PUERTOS 928, Aníbal Ramírez, 9 de abril de 2021

Una veintena de barcos contratados por empresas turcas equipados con aparatos de prospección submarina y motores de alta velocidad se encuentran alrededor de Canarias con la finalidad de realizar medidas de pesca ilegal. Oficialmente es pesca, pero no se descarta que sea droga. Como adelantó a finales del pasado mes de marzo un barco de nombre chino con alta tecnología de rastreo fue apresado por Marruecos cuando venía a Las Palmas atacando a otros pesqueros. Estas son las conclusiones de la Marina Real de Marruecos, que ha alertado al sector pesquero para que avise cualquier movimiento sospechoso. El Gobierno de Marruecos ha elevado su nivel de alerta porque ha interpretado que una cosa: que están vigilando a sus navíos.

Una veintena de embarcaciones turcas pescan ilegalmente en las aguas territoriales de las provincias del sur y amenazan los recursos pesqueros del país, informa el diario Assabah en su edición del miércoles 7 de abril. Los BUQUES TURCOS practican una pesca salvaje e intensa, sin respetar los tratados internacionales y sin autorización. Estos barcos «acosan a los pescadores» y «capturan todo tipo de pescado en grandes cantidades, en grandes cantidades destinadas a la exportación», prosigue la misma fuente. Son ayudados por espías cuya misión es vigilar los movimientos de la Real Armada de Marruecos, prosigue la misma fuente. Una vez que las lanchas patrulleras de la Armada regresan al puerto de Dakhla, estas embarcaciones ingresan ilegalmente a las aguas territoriales marroquíes.

PUERTO DE DAKHLA

Mientras tanto, se ubican en área internacional cercanas a aguas territoriales españolas. El último episodio del género se remonta al lunes pasado, dice Assabah, citando a los pescadores que viven en la región. Estos últimos afirman que no se trata de un fenómeno aislado, sino de «ataques cuidadosamente organizados por estos barcos y los espías a bordo». Estos barcos tendrían autorización para pescar en aguas mauritanas, pero habían sido denunciados por las mismas prácticas por observadores en el país vecino. Por su parte, los pescadores marroquíes piden que se abra una investigación y se refuercen los controles para evitar la tragedia medioambiental que implica esta pesca intensiva y abusiva.