Como indicábamos el sábado pasado, con un nuevo capítulo de la FILATELIA MARÍTIMA, hoy iniciamos otra serie de FAROS DE CANARIAS, los que corresponden a la isla de Gran Canaria y el primero, como no iba a ser de otra forma, el FARO DE LA ISLETA, emplazado sobre la península de la Isleta (Las Palmas de gran Canaria), en la isla de Gran Canaria (Islas Canarias, España), que se encarga de balizar para la navegación marítima el extremo noreste de la isla y la franja de litoral que abarca desde la zona cubierta por el FARO DE PUNTA SARDINA, al oeste, y e FARO DE LA PUNTA DE MELENARA, ubicado al sur. Se alza en lo alto de un edificio de servicios de planta rectangular y dos alturas y sobre la base de una torre cónica, alcanzando el conjunto unos 10 metros de altura.

El FARO DE LA ISLETA y su núcleo de servicios se encuentran enclavados en la montaña del Faro, a 249 m., uno de los tres conos volcánicos principales que forman la peninsula de la Isleta, de la ciudad capital, Las Palmas de gran Canaria. La importancia de este FARO radica en que sirve como orientación en la aproximación al Puerto de La Luz, que se extiende a sus pies, uno de los más importantes centros portuarios del Atlántico y, primero en orden de tráfico y carga de los del Archipiélago Canario. Su historia forma parte de la intrahistoria del Puerto de La Luz, pues su entrada en funcionamiento tuvo lugar a finales de julio de 1865. Actualmente, el FARO DE LA ISLETA funciona de manera automática, mediante energía eléctrica convencional. Cuando empieza a anochecer una célula fotosensible hace que se encienda la lámpara que alumbra y los destellos salen como una luz fija irradiando las noches como un protector de vidas humanas ante cualquier peligro.

VISTAS DEL PUERTO DE LA LUZ Y LA CIUDAD DE LAS PALMAS, DESDE EL "FARO DE LA ISLETA"

La linterna es una cúpula de cristal de 3,5 metros de diámetro. Dentro de ella se albergan las ópticas, los reflectores y dos lámparas: una principal, de descarga de 400 vatios y otra de reserva, halógena que cuenta con 1.000 vatios de potencia. Ambas lámparas emiten una luz de color blanco a razón de un grupo de 3 destellos cortos seguidos de uno largo con una frecuencia 3+1 de 20 segundos entre grupos. Los destellos tienen un alcance máximo de 21 millas náuticas. También funciona como aerofaro. El FARO DE LA ISLETA se activó hace 160 años, el más alto de Canarias y el segundo del país, solo por detrás del de la PUNTA DE LA POLACRA, en Almería. Desde esa época, los destellos de la lámpara situada en lo más elevado del paisaje natural de La Isleta siguen reinando al norte de la isla redonda como en su día diseñó su arquitecto, D. Juan León y Castillo.

El FARO DE LA ISLETA dispone de dependencias anexas en el edificio sobre el que se yergue. En él, se encuentran las diferentes dependencias, almacenes y cuarto de que disponía el farero; así como dos grupos electrógenos y las correspondientes baterías para garantizar el funcionamiento en caso de desconexión o fallo en la red eléctrica. Junto a él,  se levantan varios repetidores de telecomunicaciones y radio en frecuencia UHF y VHF, estos últimos propiedad de la Unión de Radioaficionados Españoles (URE). El FARO ha sido testigo de muchos vestigios militares, habiendo estado presente en ambas Guerras Mundiales presenciando, el hundimiento del navío portugués EMILIA por un torpedo propulsado por el submarino alemán UC-20 o la posible invasión de las Islas Canarias por los británicos dirigidos por el primer ministro Churchill, la Operación Pilgrim.

ANOCHERES EN EL "FARO DE LA ISLETA"

EL ÚNICO FARO AEROMARÍTIMO DE CANARIAS: El 30 de julio de 1865 empezó a funcionar el FARO DE LA ISLETA, para formar parte de uno de los más importantes centros portuarios del Atlántico. Los compañeros de www.eldiario.es/canariasahora le han hecho un particular homenaje, en forma de reportaje del que se recomienda su lectura, a tan ilustre instrumento encargado de balizar para la navegación marítima el extremo noreste de la isla y su franja de litoral. Cuenta con más usos de los conocidos, por ejemplo, alberga el único aeromarítimo del Archipiélago desde 1967. Funciona también como aerofaro, es decir su luz sirve tanto para la navegación aérea como la marítima. Es un punto geodésico, en otras palabras, una señal que muestra una posición geográfica exacta conformando una red de triangulación con otros vértices geodésicos y su posición exacta permite, entre otras cosas, ser utilizado para elaborar mapas topográficos a escala, tanto nacionales como regionales.

LOS HABITANTES DEL FARO: Desde su construcción a mediados del siglo XIX el FARO cuenta con una casa que, en un principio, se constituía en tan sólo una planta rectangular, con sillería en sus esquinas, cornisas y fachada. Hoy en día dispone de una segunda planta, levantada en 1967. Deshabitado desde 1999, aún perdura el ambiente familiar, trabajador y solitario que los fareros junto a sus familias vivieron durante muchos años. A causa de la automatización del FARO, se reemplazó la figura del farero por la del técnico de ayudas a la navegación. Los técnicos que se turnan para realizar el trabajo y cada uno tiene unas labores específicas y Aproximadamente 12 veces al año acuden hasta el FARO para controlar si todo está bien: los grupos electrógenos, los niveles de combustible o si se necesita algún trabajo de pintura y limpieza. El último farero que vivió en el FARO fue D. Agustín Ten Becerra, hijo de fareros, malagueño de nacimiento y el último en su oficio en España.

D. Luis Ibarra, con el último farero, D. Agustín Ten Becerra (Fotografía Autoridad Portuaria)

CADA FARO TIENE UNA HISTORIA: Aunque en la actualidad el faro ha dejado de jugar un papel principal para los marinos, continúa siendo imprescindible como celador para los navegantes en las horas nocturnas, protegiendo las vidas humanas de numerosos peligros. Los fareros son, o eran, gente muy especial, seres solitarios y poco habladores; no todos eran capaces de soportar esta forma de vida, aprendiendo a convivir con uno mismo, necesitando una capacidad de aislamiento enorme, similar a la de un astronauta, teniéndose que apartar de la vida humana y de la tierra. El 30 de julio del año 2015, el que fuera presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, D. Luis Ibarra, descubrió una placa que conmemora los 150 años de funcionamiento del FARO DE LA ISLETA, recordando muchos buenos momentos junto a el farero D. Agustín Ten Becerra.

Placa conmemorativa del Faro de La Isleta (Fotografía Autoridad Portuaria)

FICHA DEL FARO DE PUNTA LA RASCA

Información general

Apariencia: GpD(3+1)B 20s. Luz: Blanca, aeromarítima

Fases: L 0'3s oc 2'5s L 0'3s oc 2'5s L 0'3s oc 6'9s L 0'3s oc 6'9s

Alcance: 21 millas náuticas (39 km).

Altura focal: 249 m. Altura soporte: 10 m.

Plan de alumbrado: 1862.    Construcción: 30-07-1865

Autor de proyecto: D. Juan de León y Castillo

Clasificación: 3º Puesta en servicio: 30-07-1865

Observaciones:  Radiofaro circular Marconi LB-100 (instalado en 1975). Estación GPS.

Equipamiento

Automatizado: Sí

Deshabitado: Desde 1999

Motores de rotación: Barbier Bernard & Turenne (BBT)

Cambiador de lámparas: Sí, La Maquinista Valenciana (LMV), CLV-02

Óptica: Barbier Bernard & Turenne (BTT). Catadióptrica, giratoria de 500 mm de distancia focal

Linterna: AB Gas-accumulator and AB Svenska Gasaccumulator (AGA). Cúpula cilíndrica aeromarítima de 3'5 m Ø.

Lámpara: Principal: descarga de 400 W. Reserva: halógena de 1000 W

Telefaro: Sí, telecontrol de faros construido e instalado por personal de Faros y Señales Marítimas de la Autoridad Portuaria de Las Palmas.

Sistemas de alimentación

Energía solar: No

Red: 220/380 V CA  

Gas: No   

Grupo eléctrico: Ruston YWA 7 kW (2)

Baterías: Vetus, 12 V, 108 Ah

Cargador: Mastervolt

Cuadro de mandos: La Maquinista Valenciana (LMV), CLV-96. Autoridad Portuaria de Las Palmas

Próxima publicación: FARO DE PUNTA DE SARDINA (30-05-2025)