Para hoy está prevista la llegada al puerto de la capital tinerfeña de una agrupación de la Marina de Guerra española que, compuesta por las fragatas «BALEARES» y «CATALUÑA» y los destructores «MARQUÉS DE LA ENSENADA» y «GRAVINA» aquí permanecerá hasta el próximo lunes. De esta agrupación, por su modernidad destacan las fragatas que, del tipo «F-70», son gemelas de las «ANDALUCÍA», «ASTURIAS» y «EXTREMADURA». Estos cinco buques fueron construidos en las gradas ferrolanas de la Empresa Nacional Bazán por el sistema de ensamblar secciones prefabricadas. La primera sección de la «BALEARES», prototipo de la serie, fue arbolada el 31 de octubre de 1968 y, botada el 20 de agosto de 1970, fue entregada a la Marina el 24 de septiembre de 1973. El mismo día que la «BALEARES» resbaló por la grada, se puso la primera de la «CATALUÑA» que, botada el 30 de marzo de 1971, fue recibida el 16 de enero de 1975.

Estas fragatas, inspiradas en las «KNOX» de la Marina USA, desplazaban 3.015 toneladas estándar y 4.177 a plena carga. Son sus principales dimensiones, 14,30 de manga y, debido al domo del sonar incorporado al casco, a proa calan 7,90, El equipo propulsor está compuesto por una turbina Westinghouse que, tomando vapor de dos calderas Foster Wheeler, que trabajaban a la presión de 84,4 kg. por centímetro cuadrado, desarrolla 35.000 H.P. sobre una hélice de cinco palas. La máxima es de 28 nudos y, a la económica de 20, la autonomía es de 4.500 millas. La construcción por el sistema de ensamblar secciones prefabricadas, ha permitido que estos buques sean productos de varias factorías navales. Las de El Ferrol tuvieron a su cargo las mayores secciones de los cascos, turbinas y otros equipos; las superestructuras se prefabricaron en Alicante y, en Cádiz, las calderas y hélices.

Buques de cubierta corrida, las fragatas de la clase «BALEARES» montan a proa un cañón de 127 milímetros y 54 calibres que, automático y para tiro naval y antiaéreo, dispone de 600 proyectiles en el pañol correspondiente. Entre esta pieza y el puente dispone de un sistema Asroc para misiles antisubmarinos y, a popa, un lanzador para misiles Tartar-Standard, que tanto pueden utilizarse contra buques como contra aviones. Para la lucha antisubmarina, a banda y banda y en el combés, montan cuatro lanzatorpedos y, en el espejo de popa, dos, también fijos, para torpedos Mk 37. Los equipos electrónicos son completísimos, tanto en lo que respecta a sensores, radares, comunicaciones y contramedidas electrónicas. A popa disponen de sonar AN/SQS-35 (V), de profundidad variable, y a proa otro, del tipo AN/SQS 23, incorporado al casco. Así, para facilitar la maniobra de las anclas y no estorben al sonar, estas fragatas llevan un ancla de dos toneladas a estribor y, en la quilla y por la popa del domo del sonar, otra de cuatro.

DESTRUCTORES, "MARQUÉS DE LA ENSENADA D-43" Y "GRAVINA D-62"

La estampa marinera de estas fragatas se remata con la torre cónica del «mack», combinación de palo y chimenea, que, en lo alto, luce buena siembra de pantallas de radar. En estas unidades está previsto instalar sistemas Meroka, el cañón multitubo de defensa de punto que ha sido el gran éxito de la industria militar española y que ya la Bazán produce, en serie, en San Fernando. LOS ANTERIORES «CATALUÑA» Y «BALEARES» Por Real Orden de 17 de septiembre de 1888, el entonces ministro de Marina, señor Rodríguez Arias, dispuso la construcción de los cruceros «CARDENAL CISNEROS», «PRINCESA DE ASTURIAS» y «CATALUÑA», buques cuyos proyectos eran del ingeniero naval Don José Castellote y Pinazo. La quilla del «CATALUÑA» se arboló en Cartagena y, como sus gemelos, estuvo muchos años en grada pues, hasta el 24 de septiembre de 1900, no fue botado y, ocho años más tarde, dado de alta en las listas de la Marina.

FRAGATAS, "ANDALUCÍA F-72" Y "ASTURIAS F-74"

De 7.524 toneladas y 106 metros de eslora por 18,55 de manga, el «CATALUÑA» estaba artillado con dos cañones de 240 milímetros, sistema Guillen; ocho de 140, del tipo Canet, dos Vickers de 75, ocho Nordenfelt de 57, diez ametralladoras y dos cañones de desembarco. Con dos máquinas alternativas daba 18 nudos y, por lo que respecta a las planchas del blindaje, fueron suministradas, con las torres de la artillería gruesa, por la Schneider. Intervino en la campaña de Marruecos antes y después de 1914 y, en 1923, cuando apoyaba con su artillería la posición de M'Ter, fue alcanzado por un disparo enemigo que causó la muerte de su tercer comandante, Don Jaime Janer, fundador del Polígono de Marín. Utilizado a partir de 1925 como buque-escuela, desempeñó tal misión hasta la entrada en servicio del «JUAN SEBASTIÁN DE ELCANO» y, subastado en 1929, fue luego desguazado en Bilbao.

BUQUE ESCUELA "JUAN SEBASTIÁN ELCANO"

El anterior «BALEARES», gemelo del «CANARIAS» TO-1 y del «FERROL» que nunca llegó a construirse, era un crucero del tipo «Washington» que, como los «County» de la Royal Navy, fue diseñado por Sir Philip Watts, director técnico del Almirantazgo. Arbolada su quilla el 15 de agosto de 1928 en el arsenal arsenal ferrolano, fue botado el 20 de abril de 1932 y, más aún terminar, en diciembre de 1936, en plena guerra civil, se integró en la Flota de Operaciones. Intervino en varias acciones navales, Cullera, Cherchil, etc., y, en la madrugada del 6 de marzo de 1938, fue torpedeado y hundido por una flotilla de destructores republicanos. Como todos los cruceros «WASHINGTON», mejor, casi todos, pues algunos sólo lo eran sobre el papel, el «BALEARES» desplazaba 10.000 toneladas y eran sus principales dimensiones 194 metros de eslora por 19,50 de manga y 6,50 de calado. Estaba artillado con ocho cañones de 203, en cuatro torres dobles; ocho antiaéreos de 120 y otros tantos de 40. Ni el «BALEARES» ni el «CANARIAS» llegaron a montar los previstos doce lanzatorpedos, como tampoco la catapulta prevista para el lanzamiento de dos hidroaviones.

Próximo sábado día 19 de febrero, se publica “LA ESCALA TINERFEÑA DEL «ROBERT LEY»”. Por Juan A. Padrón Albornoz 14-03-1982

Información obtenida de la Universidad de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife)