Nos alegra en parte, la Orden de la ministra de Hacienda y Función Pública, por la que se suspende la Subasta Pública para la enajenación de inmuebles de la Delegación de Economía y Hacienda de Santa Cruz de Tenerife, como lo es el SEMÁFORO DE PUNTA ANAGA, conocido también como SEMÁFORO DE IGUESTE DE SAN ANDRÉS o SEMÁFORO DE LA ATALAYA y que en su día fue publicado en el Boletín Oficial del Estado del pasado 28 de julio, en su anuncio del Ministerio de Hacienda, por un importe de 22.260 euros. Decimos en parte, pues se paraliza la subasta sin dar explicación alguna, cuando era el momento para que el Gobierno de Canarias, lo hubiera declarado Bien de Interés Cultural (BIC), proceso en el que se trabajó ya hace años.

Si la iniciativa que tuvo Santa Cruz de Tenerife, mi Puerto, para realizar una Suscripción Popular, haya sido un toque de atención para que las diferentes administraciones se pusieran las pilas, pues no ha quedado en saco roto, a pesar de que, mañana se hacía pública el número de la cuenta corriente para el ingreso de las diferentes aportaciones. Eso sí los 300 € que recibimos hace unos días, ya han sido devueltos, aprovechando para darles las gracias, así como a la Asociación Canaria de Cultura Marítima (ACCUMAR), y en especial a su presidente D. José Juan Rodríguez Castillo, por su apoyo constante y aportación prestada. Indicar que, nos hemos puesto en contacto con personas y colectivos de Igueste de San Andrés, con el fin de que cuenten con nosotros, pues sólo nos ha movido la creación del MUSEO MARÍTIMO y AULA DEL MAR, y que este entorno, no se perdiera.

SENDERO AL "SEMÁFORO", AL FONDO, "IGUESTE DE SAN ANDRÉS"

Como ya dijimos, el SEMÁFORO DE PUNTA DE ANAGA, construido de toba roja del país, a 222 metros sobre el acantilado, contaba de un cuerpo rectangular, con dos viviendas, cocina y retrete, otro cuerpo rectangular adosado al anterior, que servía de vivienda para el ordenanza, y un tercer cuerpo hexagonal destinado a observatorio. Fue uno de los 20 primeros semáforos eléctricos que se construyeron en la costa española, por Real Orden el 9 de junio de 1884. Su plantilla la componían dos vigías y un mozo de semáforos; siendo los vigías elegidos entre oficiales graduados de la reserva, contramaestres de la Armada o pilotos de la Marina Mercante, todos con más de cinco años de embarque. El catedrático D. Enrique García Melón, presidente de la Academia Canaria de Ciencias de la Navegación, indica que unía Canarias con el resto del mundo porque «mantiene la imprescindible comunicación visual con la Comandancia de Marina, que se encuentra a una distancia de algo más de seis millas».

Entendemos que esta edificación, tanto por su configuración como por su carácter histórico enlazado con el mar, es el más idóneo para el establecimiento de un MUSEO MARÍTIMO y AULA DEL MAR, que la Isla se merece, y cuya carencia tanto lamentamos quienes estamos unidos a la vida del mar. Las otras preguntas que nos hacemos, ¿Qué se va a hacer ahora? ¿Qué tienen pensado hacer las diferentes administraciones? ¿Qué harán los colectivos vecinales al respecto? ¿Se acometerá la carretera al cementerio y posterior al Semáforo? Y muchas más. O simplemente, se paraliza la Subasta Pública y el edificio se terminará de caer. Por nuestra parte, lo hemos intentado. Tendemos la mano a quien corresponda, que nuestro único objetivo era evitar que cayera en manos privadas, se ha conseguido en parte, y ahora, es el momento de unir fuerzas, con las administraciones públicas y las asociaciones de vecinos para que hagamos un frente común y veamos una realidad en el SEMÁFORO DE IGUESTE SAN ANDRÉS y que pueda albergar el MUSEO MARINÍTIMO DE ANAGA.